domingo, diciembre 16, 2007

DATOS NAVIDEÑOS


Seis millones de euros es el dinero que gastan las capitales españolas en las luces de navidad, según datos de Ecologistas en Acción. El año pasaso, solo la ciudad de Madrid, que gastó casi la mitad de lo previsto para este, emitió unas 3000 toneladas de C02 a la atmósfera.

Además, cada ciudadano aumenta considerablemente su consumo y consecuente contaminación: "Cuando el resto del año cada persona genera un kilo y medio de basuras al día (hace 30 años la cifra era inferior a 500 gramos) en estas fechas son dos kilos; y la mitad, envoltorios y embalajes".

Un informe de Medio Ambiente advierte que los españoles consumen y contaminan casi tres veces por encima de su capacidad biológica. Lo sostenible sería que cada habitante usara y contaminara anualmente la capacidad productiva de 2,43 hectáreas. Pero la realidad apunta a 6,4.

Se calcula que en Navidad se gasta por ciudadano unos 1.000 euros en consumo extra: comida, regalos, vida social, etc. Hay que tener en cuenta que para estos datos se incluye a miembros de las familias no retributivos, niños por ejemplo, es decir, que son los padres y la economía familiar los que se ven afectados fundamentalmente por los excesos. Por otra parte, este tipo de estadísticas hacen una media que nada dice de las familias sin posibilidades de cumplir con las metas del consumo navideño. Más bien lo que les procura es la sensación se frustración ante cifras que la prensa se encarga de divulgar como modelo y advertencia. Que se tenga el dinero preparado es a fin de cuentas lo que se pretende.

Destaca Ecologistas en Acción que cada año hay cuatro millones más de personas desnutridas mientras que de las compras en alimentación se tira aproximadamente un 40%.
"No se trata de consumir más comercio justo o no justo sino preguntarse si necesitamos lo que vamos a consumir", señaló Esther Vivas, responsable de la Red de Cosumo Solidario.


15 comentarios:

Raquel dijo...

Ésa es una norma de sentido común, preguntarnos si necesitamos lo que vamos a consumir. Pero antes hay que hacer uso del mismo sentido común para establecer qué es realmente lo necesario. Y también está bien darse de vez en cuando algún capricho, caray. Un beso.

Mae dijo...

Holaaa. Me parece muy buena la reflexión de este post.
La verdad es que a mi no me gusta mucho la navidad y menos este año en el que me faltan dos seres muy queridos, pero ya que las tenemos que pasar "por pantalones", cierto es que deberíamos mirar mejor a la hora de gastar y no hacerlo por hacerlo.
Menos mal que a mi este año me ha pillado sin un "leuro" y mucho no voy a poder derrochar.
Hagamos conciencia de ello.
Un saludo.
(por cierto, ya está el texto con "jamón" incluido :P)

Anónimo dijo...

Me pongo enferma.

Besos orgiásticos.

Pilar M Clares dijo...

y no has empezado a comer Ella, espera que empiece la fiesta... Mil besos (¿problemas con blogger? está tontín para variar)
Nunca habia dicho eso de qué bien, sin un leuro. Conciencia forzada. Está bien Mae, voy a ver cómo encajaste el jamón en tu texto. (Para quien no lo sepa, es recomponedora de palabras, bune oficio, le ofrecí "jamón", a ver cómo se lo ha comido) Besicos.
Hay caprichos sin dinero Raquek, y los hay con, vaya. Yo digo no al derroche. Y también que somos los últimos de la cadena. Tiremos de ella de vez en cuando.
Muchos besos

ReinaDeSalem dijo...

Es, sencillamente, un asco.

Para empezar, debo decir que, para mí, estas fechas son una soberana gilipollez.

Celebran el nacimiento de alguien que realmente no nació ese día, ni tampoco ese mes. Ignorantes de la vida que se las dan de creyentes, pero bueno, eso es ya otro tema.

Se gastan el dinero que no tienen en celebrar cuatro miserables días, sabiendo incluso que los que llegarán después, las pasarán putas.

Venga, comida por todas partes. A reventar todo el mundo. Total, luego se "expulsa" y, tirando de la cadena, asunto arreglado.

Las luces. Las puñeteras luces. Para empezar, pecan de horteras, como el 99% de la ornamentación dedicada a estas "fiestas". Y..., para decorar el país con esa mierda, todos a contaminar el planeta.

No hablemos de las cintas de los villancicos, que también contaminan. Estoy del pez que bebió en el río( a ver si se ahoga algún día), y los pastores que van a Belén y nunca llegan..., hasta las mismísimas pelotas.

Luego viene el gordo vestido de rojo. Copiamos de fuera lo mejor, está más que claro. Qué lástima.

Y para ponerle la guinda a todo esto, los tres marcianos la noche del 5 de enero. Que digo yo..., tanto dar ejemplo, que si los que no tienen, que si Xto dijo esto y lo otro, y luego, venga, cabalgatas y a lanzar piruletas. Allá se les caigan las carrozas y les pillen los...

La Tierra se muere..., y sólo se molestan en colocar bombillas...

Mil besos, lindeza.

PD- Si alguien se ofende..., me da igual, sinceramente. Que se dé por ofendido desde mi más profundo respeto..., o no.

Anónimo dijo...

Muerte a la navidad, jejee, no digo nada más que ya lo he dicho todo en susurros rectales.

besotes

Anónimo dijo...

Pues sí Pilar, los datos son contundentes y deberíamos tomar medidas, pero... dentro un rato iré a una comida de empresa donde se derrocharán alimentos en nombre de los buenos sentimientos anuales, luego iré de compras para hacer regalos de cuasicompromiso que no se necesitan, mientras paseo por una ciudad exagerada y horteramente iluminada para recibir al Verbo.
Así somos.
Francis

Canichu, el espía del bar dijo...

el materialismo lo envuelve todo en mierda... ni siquiera se tienen otros valores humanos de estas fechas, sean religiosos o no. Los comercios, se podría decir hoy día, son más importantes que la religión... pero también, si no se es religioso, que cualquier valor humano acerca de la renovación o perviviencia que es un año nuevo. Lo peor para mí, lo de las luces, porque tanto hablarnos de ahorrar y de llamarnos derrocchadores cuando son los mismos que nos lo dicen ahora, los gobernantes de cualquier status, los que ponene luces hasta en el papel higiénico...

Equinoxe dijo...

Negociazo la navidad, sobrinos.


!D

mariamc dijo...

Desde luego dan ganas de vomitar antes de cenar, cuanto mayor es la ciudad mayor es la barbarie el desperdicio y el abuso de luces ,somos tantos que hoy en día cualquier dato de consumo es escalofriante y culpabilizante.Con mucha frecuencia me abruman estos datos . yo también me apunto al bajo consumo.

Adicta al Chocolate dijo...

Qué mundo más lleno de contradicciones...
A mí sí me gustan estas fechas, me permiten escapar del día a día y reunirme con la familia (no podría ir a España si no fuera por los días festivos), bla, bla... No me gusta la parte de las compras porque no me gustan los centros comerciales y menos cuando están tan llenos de gente.
Imagino que muchos se sienten empujados por el entorno, pero creo que la decisión última de cómo celebrar las fiestas es nuestra y debería ser una decisión más acorde y respetuosa con lo que nos rodea. Del mismo modo depende de nosotros el significado que queramos transmitir a las nuevas generaciones y, aunque en general, todos parecen gritar en alto y protestar lo único que veo que transmitimos con más facilidad es la necesidad de consumir. No es la primera vez que a quien veo protestar y despotricar es el primero que quiere que su regalo sea el más caro y el más guay sin más razón aparente que fardar... Somos pura contradicción interna :).

Pilar M Clares dijo...

Que los excesos sean sobre nuestra felicidad, no a costa de la de los demás.

Que tengáis unas felices vacaciones!
Besazos a todos-as.

Anónimo dijo...

desde el ostiaquerisa's world: ¡¡feliz 2008 a todos!!

¡nos seguimos viendo y leyendo un año más!

Anónimo dijo...

Pues eso, que espero qel próximo sea mejor pa tós y nos ríamos un poco mas y seamos mas felices y os deseo
LO + BONITO!!!
21 tWONE

Anónimo dijo...

La navidad es la Plaza de Abastos en la nochebuena. Una gitana que merca medias de rejilla: "Nena, te llevas la calidad"; el embriagante olor a especias de un puesto con azafrán de pelo. Las mujeronas de los encurtidos que colocan al niño una oliva en cada dedo. Conejos, cómo no, conejos en carne viva oscilando bajo una luz de tubo fluorescente. Mandiles blancos, estampados con la sangre del cordero. El tendero barítono que canta la mercancía. Caruso de la verdura. Ese mercado de San Antolín con su puesto de flores en el hueco de la escalera, con el suelo encharcado en la zona de congelados, el inasequible marisco. La Navidad es una herida abierta, más roja, más sangrante cuando toda la familia se sienta ante la chuleta. El que nos falta. Un espumillón de decepciones. Una Visa tiritando. Y también los abrazos. Abrazos sinceros, besos de reconciliación. Aunque, a veces, la navidad es un polvorín de polvorón que estalla por los aires. Pero nos queda la salud; una plaza de vida, la metáfora del mundo que se repite cada año.

FELIZ NAVIDAD A TODOS. HA SIDO UN PLACER COMPARTIR EXPERIENCIA, ILUSIONES, TRABAJO Y PROYECTOS. GRACIAS