
“Esto no son las torres gemelas. Cómo aprender a leer la televisión y otras imágenes” de María Acaso es una contrainterpretación de la lectura visual. Dada la escasa atención que se presta en la enseñanza al impacto de las imágenes que a diario e insoncientemente consumimos, la autora elabora una sencilla guía desveladora de la relación entre imagen e individualidad, evocación y ciudadanía.
La imagen persigue el efecto realidad que ya Roland Barthes describiera y de tal manera que la sustituye. Crea así modelos de individualidad útiles para el sistema. A esto es a lo que llama terrorismo visual, sin armas de fuego, más eficaz por tanto.
La televisión, dice María Acaso, destaca por inducir a la anulación del desarrollo del conocimiento propio, se da por cierto todo lo que en ella aparece, construye la realidad y consigue que el espectador inunde su vida de preocupaciones que apenas le afectan. El resultado es el "pensamiento blando" o construcción de un discurso que luego se proyecta socialmente y que, por esencia, nada tiene que ver con la vida propia.
La identidad del individuo se va modelando hacia ideales de estilo de vida coincidentes con intereses comerciales y modelos de comportamiento. Finalmente acabamos sustentando hábitos, intereses y moral sobre un conocimiento en buena parte importado. ¿Quién es capaz de sustraerse del medio? ¿Quién puede plantearse limpio de influencias visuales qué era aquello que quería, dónde fue a parar aquel otro sueño que tiene o tuvo?
Podríamos plantearnos qué es el engaño o de qué manera puede satisfacer los deseos con los que vivimos a diario, hasta qué punto puede incluso hacernos felices. Pero no se refiere la autora de estas páginas a sueños íntimos, a las múltiples perspectivas que nos muestran a nosotros mismos y a la realidad que creemos nuestra como seres caleidoscópicos y deseosos de tocar con las manos estados perfectos de satisfacción. María Acaso describe como si de un catecismo se tratara los temores que desarrolla la metarrealidad, o conjunto de relatos emitidos desde el poder, que van directamente a factores esenciales como son cuerpo, clase y cultura.
Terror a ser anciano-a, terror a ser gordo-a, terror al pelo (depilación o calvicie), terror a no tener los dientes perfectos, a tener genitales pequeños, a la enfermedad, a no tener una casa como en las revistas, a no vestir de marca, a no viajar, a que se nos considere fuera del ambiente cultural, a no estar tecnológicamente adaptado, a no ser blanco, a ser homosexual, a no ser occidental, a ser mujer. Terror a pensar, y más terror si es en lo que somos, nuestro nuevo infierno.
- María Acaso es profesora de Didáctica de Expresión Plástica en Bellas Artes de la Complutense de Madrid. Ha publicado libros y artículos sobre su principal línea de investigación: la sospecha de la imagen como rescurso didáctico, y entre ellos "Esto no son las torres gemelas. Cómo aprender a leer la televisión y otras imágenes", Editorial Catarata, Madrid 2006