lunes, diciembre 11, 2006

"DERECHO DE FAMILIA", HIJOS Y MAXIHAMBURGUESAS

El día 15 se estrena DERECHO DE FAMILIA, la película argentina que competirá en los Óscar con "Volver" de Almodóvar.

Dirigida por Daniel Burman y protagonizada por el que ya se ve como alterego del director, Daniel Hendler (también en sus dos films "Esperando al Mesías" y "El abrazo partido"), "Derecho de familia" indaga en los conflictos de identidad cuando un hombre es padre y pasa a contemplar al suyo propio más allá de la visión heroica que la institución familia le procura durante la educación.

Según Burman ha dicho a los medios, "para una madre, nada más dar a luz a su hijo es normal aceptarlo y abrazarlo con naturalidad, mientras que para un padre es como si le dieran una maxihambuerguesa". Esta curiosa subjetivación de la experiencia de padre, más propia de la falta de experiencia precisamente - aunque el director tenga dos hijos- o la falta de sensibilidad hacia los compromisos con respecto a la idea de familia actual, creo que con seguridad estará por debajo del nivel del film que se publicita como reflexión sobre los interrogantes de la identidad y maduración del hombre de hoy.


Y si no es así, Burman, desde aquí se te sugiere que te pongas las pilas al menos para hacer declaraciones y nos mientas un poco. ¿Dónde estabas, me pregunto, mientras tu mujer entraba en el paritorio? ¿Acaso en el Mcdonald? hombre...

Carlos Heredero dice de ella: "El sentido de pertenencia a una comunidad de origen, el turbulento acceso a la madurez y los fantasmas que generan tanto la ausencia como la presencia de la figura paterna son sustrato, tejido y sustancia a la vez de un cine que se exhibe con plena conciencia de ficcional indagación autobiográfica."
(El cultural, 14-20 diciembre)




Ariel Perelman es abogado. Su padre, igualmente abogado, también es llamado Dr. Perelman. Pero la confusión que le preocupa a Perelman hijo no es la de los nombres.Perelman hijo está decidiendo, aunque quizás sin saberlo, si finalmente se convertirá en su padre. O en todo lo contrario. Está en ese momento de la vida en que uno cree estar alejándose del destino impuesto, pero en realidad solo está tomando impulso para definitivamente entrar en una órbita heredada, andar por un camino ya transitado, haciendo como si fuera la primera vez.



En palabras de Daniel Burman:
En mi película anterior, (El Abrazo Partido) inicie una reflexión sobre la construcción de la paternidad. Pero quizás por pudor basé la relación padre-hijo en una ausencia y en un conflicto. (Ese vicioso reflejo narrativo de temer a lo ordinario). Fue un primer acercamiento a un momento de la vida de los hombres que considero fascinante. Es el momento de la gran parábola. Cuando nuestros padres inician su decadencia natural, y nosotros nos resignamos a la idea del Ser Adulto. Descubrimos en nuestros padres otras personas. Aunque siempre estuvieron ahí, camufladas bajo el personaje del Hombre Adulto (...)
Nuestros padres se están yendo, y nos cuentan que no son lo que creíamos. Nuestros hijos vienen, y no saben quienes son. Quieren que nosotros se los digamos, y nosotros no tenemos ni la respuesta ni el lenguaje.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Me gustó mucho, me parece graciosa y da qué pensar; la paternidad nos quita cosas, pero da mucho. Genial.

Pilar M Clares dijo...

Todavía no he ido a verla, pero es que el director me puso de mala leche. Iré, iré, me fío. ¿Qué dices que "se pierde" en la paternidad? Temazo