
Peter Gabriel puso en marcha en 1992 el proyecto Witness -Testigo en castellano- que tiene a la cabeza a la abogada y especialista en derechos humanos Gillian Caldwelly. Desde Witness se han venido formando activistas para posteriormente, cámara en mano, trasladarse a lugares en los que los derechos humanos son sistemáticamente violados. Las grabaciones que desde hace años se han realizdo comienzan ahora a dar resultados: en el pasado marzo, Thomas Lubanga Dyilo fue detenido por la Corte Penal Internacional acusado de crímenes de guerra tales como la utilización de niños soldados en la RD Congo. Una de las pruebas más contundentes del juicio fue un vídeo de Witness.
Han tenido que pasar algunos años hasta que el proyecto del músico Peter Gabriel se haya confirmado como una de las fuentes más veraces y realistas de los medios de comunicación. Los activistas de esta organización y sus grabaciones han conseguido un material gráfico en lugares a los que la prensa convencional hasta hace muy poco no llegaba.
El principal inconveniente de partida fue encontrar la distribución adecuada que los pusiese al alcance de las redacciones para que los vídeos fuesen divulgados y que además se entendiera que lo que se ofrecía era fiable. Hoy ya cuentan con 70 locales en todo el mundo y la colaboración de los principales medios que acceden a los vídeos a través de su página web o con nodos como el de Global Voices Online. En una grabación reciente se puso de manifiesto la discriminación de los niños gitanos en las escuelas de Bulgaria, en otra, el número escandaloso de mujeres afectadas por las minas antipersonales en Senegal, por citar algún ejemplo.
En los últimos tiempos los principales datos informativos proceden de fuentes oficiales o de empresas pagadas por ellas. Esto, junto a otras cuestiones como los nuevos troust empresariales de los medios informativos de cualquier índole, ha tenido como consecuencia que la información se ha unificado y orientado hacia caminos muy concretos en los que cada cadena, cada periódico, cada emisora ocupa un lugar determinado empresarialemente oportuno aunque aparentemente muestren posturas enfrentadas. Vivimos tiempos de binomios que como pensamiento único pretenden que nos situemos a un lado o a otro, evitando la construcción del propio que es visto como desviación inoperante ante la realidad que la política y las empresas en connivencia con los medios muestran.
El proyecto Witness de Peter Gabriel en ese sentido ha abierto una brecha importante que hoy ya tiene nombre, periodismo ciudadano, y que viene a situar la visión personal del individuo que ha accedido a los medios informáticos no solo para leer información, sino también para generarla. Hoy los blogs comienzan a ser utilizados con cierta frecuencia como fuentes en los espacios informativos escritos y audiovisuales. Desde hace unos meses, también la cadena 2 de la televisión española ha iniciado una sección llamada Cámara Abierta en la que los espectadores tienen la oportunidad de aprender a realizar un vídeo y enviarlo. Se han tratado a partir de grabaciones recibidas temas como el transporte público o el cambio climático.
La información tiene mil caras, como la realidad de los ciudadanos que la protagonizan, y hoy la aparición de herramientas digitales convierte al periodismo en una conversación de la que los ciudadanos más activos no quieren estar ausentes. El Periodismo 3.0, el periodismo ciudadano, es el nuevo periodismo desde el margen, entre el activismo y la opinión y cuestionando la objetividad. Es la nueva revolución , veremos si hacia un nuevo concepto de verdad o de vuelta hacia los caminos literarios del periodismo de antaño, como precio de la subjetividad.
Si quieres, deja tu opinión.