viernes, marzo 28, 2008

¿QUÉ MEDIDA PENITENCIARIA?

Joshua Mauldin, codenado a 25 años

Lo hemos leído en la prensa y ha helado el corazón. Su hija sufre graves secuelas tras estar metida en el microondas 20 segundos. Él dice que sufría un estado de locura, y su abogado que en la cárcel no encontrará el tratamiento que necesita. No me creo que ni en la calle exista.

En esta situación, a nadie se le pasa por la cabeza tenerle piedad, que ya sería un síntoma. Pero la cuestión es que alguien se tiene que encargar de él y a ser posible lo más lejos de esta, al menos la mía, casa; de la de sus amigos o familia es más que probable que también. Pues a la cárcel, que para eso está y bien llenita. Allí se entretendrá, se matendrá por sentido común además algo así como alejado de la cocina y pasará su condena incluso con una cierta mejora en sus relaciones con ese medio. Quizás.

El fiscal pedía para el texano cadena perpetua, algo que encaja con el yo lo metería en la cárcel hasta que se pudriera de cualquiera al saber lo que hizo y las secuelas de la pequeña. Finalmente la condena es de 25 años, previsiblemente cumpla la mitad. Si la cumple, si se pone bueno de repente y resulta ser un preso de esos que nadie diría que no es normal dentro de las circunstancias o la masificación, si pasa por uno más como puede ser teniendo en cuenta lo demás en esas circunstancias, cuando su hija tenga alrededor de trece años, él estará de nuevo en la calle. Puede tener hasta un certificado de buena conducta. De una conversación larga sobre el tema, probablemente llegaríamos a la conclusión de que hay segundas oportunidades.

Puestos en situación, verdaderamente lo que apetece es que no suceda esto, sino que enferme, y que lo haga hasta el peor de los estados psiquiátricos como ya ha mostrado que es capaz de estar, no merece perdón, que lo aislen, que le crezcan los conflicos, que acabe muerto en extrañas circunstancias, presa de los que cumplen condena también por haber matado, que ya andarán revueltos en sus celdas y deseosos de tantearlo.

Lo que apetece es eso, sí, pero la pregunta es para qué si realmente hablamos de un enfermo y por ello con condena puesta y aumentada por el mismo tiempo. Nadie en su sano juicio puede seguir viviendo un después con algo tan atroz a sus espaldas ¿O sí? A veces me pregunto si el mundo es tan regular como lo definiera Sartre, y tanto que ni temor cabe de él esperar.

10 comentarios:

Anónimo dijo...

Desde la escolarización ya hay chavales que rebotan de centro en centro, psicólogos, orientadores, servicios sociales... y la terapia que más se aplica por desesperación es la de la expulsión, o lo que es lo mismo, vamos a turnarnos que no hay quien aguante esto. La normalidad de l sociedad también la hace que existan. Está claro que las medidas no son las justas, ni en máximos ni mínimos. Este es un tema muy difícil.
Saludos

Anónimo dijo...

no lo defiendo ni a él ni a ningún criminal de su calaña, pero las cárceles no sirven para nada. Hace tiempo que dejaron de funcionar, porque la película que nos venden, que reinsertan, te moldean para que seas un ciudadano modélico, es falso. Me parecen denigrantes. Eso dice mucho de la condición humana.

besotes

Aloia dijo...

Cada día más casos avalan la tesis de hôichi, pero es cierto que aunque nuestro más humano instinto nos lleva a pensar:"que lo frían en un puto horno industrial"..lo cierto es que la justicia está para todos...¿injusto?quizás...sentarse en torno a este tipo de temas, a mí, por lo menos, me acaba reduciendo a un sentimiento de inhumanidad voraz.
Es cierto que cae casi de cajón pensar que no puede haber mayor condena que el peso de su propia atrocidad...después de casos y casos me pregunto si este pensamiento ya no es más que una mera arducia mental para justificar la maldad...porque, empiezo a creer que existe la maldad natural, la del que nace con ella. Es triste, pero así empiezo a pensar.

Mil biquiños!!

Sibyla dijo...

Pienso que personas así nunca pueden reisentarse, algo en su cerebro (la zona empática), o en sus entrañas no funciona, y es difícil pronosticar una rehabilitación, se use la terapia que se use...

Esto me ha recordado al caso nacional, con la niña Mari Luz.

Un abrazo:)

Pilar M Clares dijo...

Un tema difícil como bien dices, Pedro. La cárcel lo único que satisface es la brecha con el exterior dando a la sociedad apariencia de seguridad.

PJCabrera, de la Universidad COmillas, añade que incrementa la desadaptación social y la desidentificación personal de las personas presas, y aumenta o provoca la desvinculación familiar y el desarraigo. Estoy de acuerdo. Esta sociedad y nosotros mismos adolecemos de falta de inteligencia sobre qué hacer con la desadaptación.

Precisamente Sibyla todos nos preguntamos qué hacía un tipo como ese en la calle, el del caso Mari Luz, víctima del abuso sexual, hasta el propio juez que lo sentenció a dos años y pico ¡por abusar sexualmente de su hija! Y me parece escasa condena, además de que ya tenía antecedentes. La justicia a veces no es justa, ni adecuada, cierto Hoichi, ni la sociedad muy inteligente tampoco. ¿Qué propuesta?

En la comunicación no violenta -pacifistas, no resistencia- hablan de que la violencia siempre es la muestra de una necesidad no cubierta, rechazan la idea de naturaleza del mal, Aloia, pero estas y otras acciones menos trágicas y a veces diarias, dan que pensar, sí.

Besos

= / enzo / = dijo...

Metió a su hija en un microondas??
De partida el tipo para mi es un enfermo y despues un criminal. Una persona en su sano juicio no hace eso. Se merece la cárcel aunque debería pasar por el psiquiátrico primero. Estoy de acuerdo en que las cárceles no sirven para reformar y hacer bueno a nadie, muchas veces salen peor de allí, pero no pueden andar los criminales sueltos.
Saludos.

Pilar M Clares dijo...

Hola, Enzo, cuánto tiempo.
Este post como que no tiene salida, o al menos no se nos ocurre. Un hecho así deja poca escapatoria. Enfermo, sistemas penitenciarios, alternativas, atrocidades... Eso, sin salida.
Gusto verte

O de FLANEURETTE dijo...

vaya temita, arisco y aristoide...salvajadas, incapacidad social para efectuar cambios, la propia desidia corporal-abusiva de la decadencia-esencia humana...no se me ocurre nada para paliar, tanto por un lado(brutalidad sin control) como por el otro("justicia eterna en la tierra de los homunculos")...supongo que por lo menos, tenerlo en cuenta, delante del espejo, para matizar ,siempre, nuestras propias opciones insanas, producto de un cerebral-desatado.
salud.

Anónimo dijo...

No había oído nada sobre esta noticia. Menuda salvajada, me parece mentira que haya podido suceder algo así...
No sé cual es la mejor manera de solucionar esto pero algo me ronda la cabeza. No es la primera vez que leo algún estudio donde se señala que cada vez más los mayores problemas de esta sociedad son los psiquiátricos (e imagino que el que hace esto deber tener algún problema psiquiátrico...). Me pregunto si no deberíamos ir a buscar las raíces de esta enfermedades mentales que parece adueñarse del día a día para evitar el problema de que de ellas surge en más de una ocasión; porque todo lo que se haga después ya llega demasiado tarde...

Pilar M Clares dijo...

Esa opinión me parece una aportación muy muy interesante, Pelao, cierto. Los sucesos a veces tienen eso, reflexión didáctica, muy interesante. Me alegra verte, hacía un tiempo ¿todo (el)Bien? Besico.

Pues fíjate, Choco, que estando muy de acuerdo contigo, dudo de que desajustes de la mente de este calibre estén en los psiquiátricos, creo que se llevan a los cubos de la basura directamente, es decir, a las cárceles, donde se mezcla desde el robo de la moto con el psicópata más extremo. Suena a sociedad enferma, y poco inteligente, como se ha dicho por ahí arriba. Da que pensar, sí. Besazos.