COLONIZACIÓN, GUERRAS
Y TRÁFICO HUMANO
por Lucía Benitez
Las fronteras se abren a veces como un abismo, como si la diferencia entre pisar uno u otro suelo o la tierra de nadie, confirmara la exclusión. En este contexto, tu vida vale lo que cruzar una raya.
Comenzar a contar esta historia ya es un punto de vista, encontrar una secuencia es un argumento. La propuesta podría ser: colonización, guerra, pobreza, turismo. La trayectoria desdibuja en ocasiones que el abismo sigue siendo abrupto. Después de siglos de colonización, es en el sur donde se encuentra la mayoría de los países que sufren esta lacra; precisamente la frontera entre Vietnam y Camboya es, según las organizaciones internacionales, la zona del mundo donde se registra mayor número de casos.
El florecimiento de esta industria en el caso de Vietnam, país con el mayor número de abusos y secuestros de adolescentes y mujeres, está asociado a la presencia de numerosos extranjeros: la colonización, la guerra que llevó allí a miles de militares norteamericanos, las fuerzas de la UNTAC durante el período de pacificación en un contexto de violencia y abuso continuado donde al igual que ocurre en torno a las explotaciones de petróleo o las plantaciones, hay un absoluto predominio de población masculina. Alrededor de los centros militares son muy frecuentes tanto la prostitución como los abusos sexuales. Por ejemplo, en Filipinas la explotación sexual infantil ha estado ligada a los vaivenes con que EEUU ha hecho uso de la base militar de Subic, que llegó a tener hasta 15.000 marines destinados. El acuerdo bilateral entre los dos países llegó a incluir la cláusula que garantizaba la inmunidad de los militares ante los tribunales filipinos. Hoy por hoy esta cláusula sigue vigente en España en la renovación que en 2003 se hizo del tratado de uso de bases americanas. Un marine que abuse o viole responderá solo ante la justicia americana.
Más recientemente que en Vietnam, en Camboya el fenómeno sigue la misma ruta: periodo colonial, interminable guerra de treinta años y luego presencia de fuerzas de pacificación de la ONU -como en Mozambique, Kosovo y recientemente en Sudán- .
Además hay otros factores como: la difusión de las noticias de las guerras que han vivido con el relato de los continuos abusos a la población local, los relatos de los soldados y la forma en ques e ha asociado a la diversión con el sexo en el mundo militar.
Millones de turistas se encaminan cada año hacia muchas comarcas asiáticas. De nuevo la concentración de extranjeros con mucho dinero en el bolsillo y tiempo para el ocio han disparado el problema. Para estos países el turismo implica una importante presencia de economía informal

Las familias saben que obtendrán mejores ventas si el reclamo es
una niña pequeña.
Una reciente encuesta de UNICEF sobre la actitud social en España ante la explotación sexual en los viajes muestra que cerca del 90% de los españoles considera frecuente o muy frecuente la prostitución infantil en los países empobrecidos y, todavia más, una de cada diez personas dice conocer a alguien cercano implicado en abusos a menores.
La conclusión de los expertos es que la encuesta pone de manifiesto la actitud permisiva en el 22% de los casos sobre los abusos sexuales a menores ya que los justifican por razones culturales o económicas.
Incluso, aunque en un porcentaje menor-el 3%-, la encuesta revela casos de ausencia absoluta de conciencia social sobre el tema.
UNICEF considera que son muy nuemoros los "explotadores ocasionales" que abusan de menores durante unas vacaciones como parte de la aventura exótica.
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CONTROL
Las campañas de control se han intensificado desde que en 1996 el Relator Especial de las Naciones Unidas sobre la venta de niños, la prostitución infantil y la utilización de niños en la pornografía denunció la situación en Asia con 2.000.000 de niños como víctimas. Apuntaba sobre todo a Tailandia, a donde llegaban niñas de los países vecinos, y también a Filipinas y la India.
El problema se está desplazando, según UNICEF, desde esos países hacia Camboya y Vietnam, sobre los que había un menor control y en los que que todavía ahora hay mayor permisividad legal apoyada en la práctica social y en las creencias religiosas. Camboya recibe a muchos turistas que proceden de Tailandia en zonas próximas a su frontera; allí hay una mayor demanda de adolescentes víctimas del tráfico sexual. Dos tercios de las prostitutas que ejercen en Camboya son vietnamitas que llegaron allí secuestradas o engañadas.
Al cruzar una frontera, el abuso y la explotación tienen una nueva dimensión: sin apoyo familiar ni social, sin dominio del idioma, las víctimas tienen muy difícil buscar salidas: no tienen quien les ayude a escapar y, sin documentos, tienen difícil recurrir a la policía.
Lucía Benítez Eyzaguirre es redactora en Canal Sur, profesora de la Universidad de Cádiz y como socióloga especialista en temas relacionados con las migraciones. Tiene dos blogs: Mentidero, fotográfico, una reflexión sobre la imagen caleidoscópica de la realidad, más allá de los tópicos que los medios y la cultura nos ofrecen. E Indochina Punto de vista, creado a partir de un viaje en octubre por Vietnam y Camboya. Con éste da la réplica, el otro punto de vista, al fotógrafo Joaquín Rivas (Viajando por Indochina) con el que comparte viaje y realidad retratada a la vez que amplia el perspectivismo de la interpretación de imágenes y hechos. Lo que vemos y lo que no vemos, el significado de los signos, la influencia mediática, los valores ocultos de la polític, son algunos de sus temas recurrentes.(Además, pinta telas, además decora interiores, ...además... es mi buena amiga. Millón de gracias, grandeza, eres una suerte)
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