I
SOMOS EL CORAZÓN DE TRIGO
Somos el corazón del trigo, amor mío,
tan amarillos de sol como los besos
amantes que siempre nos reconocieron.
En el túnel de labios entreabiertos
nace la música y el barro de la vida,
como un alfabeto de raíces profundas
que atan mi lengua a tu lengua semilla.
Afirmar la vida entonces, enlazar
la luz de la mañana a la ventana
abierta o al sueño que la abrirá.
El corazón del trigo, amor mío, somos;
el pan que del tiempo dora la espiga.
tan amarillos de sol como los besos
amantes que siempre nos reconocieron.
En el túnel de labios entreabiertos
nace la música y el barro de la vida,
como un alfabeto de raíces profundas
que atan mi lengua a tu lengua semilla.
Afirmar la vida entonces, enlazar
la luz de la mañana a la ventana
abierta o al sueño que la abrirá.
El corazón del trigo, amor mío, somos;
el pan que del tiempo dora la espiga.
II
HE DICHO
He dicho, a veces, que el recuerdo
es un manto níveo donde los niños
juegan con relojes de arena, varados
en la piel sin olas de la vida.
es un manto níveo donde los niños
juegan con relojes de arena, varados
en la piel sin olas de la vida.
De vez en vez es necesario –también digo-
dejar que el tiempo muera;
despacio, casi como un desafío,
para que el olvido teja otra punzada,
-ajena al rencor insano
que envenena las venas y la sangre-.
Y así, en la deriva de esa luz
en la que vamos siendo,
sombras hay que vuelven, como vidas paralelas,
como carne disfrazada de existencia
Y he dicho, otras veces, que qué sería
del humano sentir si todo fuera ahora
y el espejo sólo reflejara
el rostro modelado por los años.
III
Con cuánta dulzura mis manos
volaban sobre tu cuerpo
y, sin embargo, el aire, como un enemigo
íntimo, agitaba las alas para alejarme.
El amanecer de tus ojos
llena de fulgor las horas imposibles,
esquivas sin ti.
En el reloj de tanta ausencia
los verbos más emotivos
duermen con nostalgia,
y las palabras cruzan las orillas,
desiertas, sin huellas, con el miedo
de herir lo que antes hubo.
Vacío de nada los bolsillos
y la pasión que incendia mi mente
me obliga a regresarte,
porque mi destino estaba esperando
escalar la cima del día siguiente.
Ajeno a cuanto digan
las bocas que desalojan la esperanza,
apelo a cuanto sé de ti,
a las noches que nos escondieron,
a los labios que agradecieron los besos,
al Dios bondadoso de los dones.
Y pido perdón por preguntar con la mirada,
por la lluvia de celos que empaña los cristales,
por el oficio de amar con que me entrego.
Aunque dentro del tiempo, como de ti,
me enorgullezca la eternidad
de ser más yo contigo.
volaban sobre tu cuerpo
y, sin embargo, el aire, como un enemigo
íntimo, agitaba las alas para alejarme.
El amanecer de tus ojos
llena de fulgor las horas imposibles,
esquivas sin ti.
En el reloj de tanta ausencia
los verbos más emotivos
duermen con nostalgia,
y las palabras cruzan las orillas,
desiertas, sin huellas, con el miedo
de herir lo que antes hubo.
Vacío de nada los bolsillos
y la pasión que incendia mi mente
me obliga a regresarte,
porque mi destino estaba esperando
escalar la cima del día siguiente.
Ajeno a cuanto digan
las bocas que desalojan la esperanza,
apelo a cuanto sé de ti,
a las noches que nos escondieron,
a los labios que agradecieron los besos,
al Dios bondadoso de los dones.
Y pido perdón por preguntar con la mirada,
por la lluvia de celos que empaña los cristales,
por el oficio de amar con que me entrego.
Aunque dentro del tiempo, como de ti,
me enorgullezca la eternidad
de ser más yo contigo.
- Antonio Albertus es profesor de Lengua y Literatura y poeta. Estos poemas pertenecen a su último libro, cuyo título estará en su cabeza. Albertus escribe a cada momento y en cada uno de sus ocupadísimos días. Le da tiempo a llamar a los amigos y agasajarlos con las palabras escritas. Reagrupa y titula, regala manuscritos. Tengo la suerte de oírle a menudo telefónicamente ¿tienes tiempo? Un deseo desde hace mucho era tenerlo aquí, tantas ganas tenía. Un abrazo, Antonio, gracias y revoltillo de besos.
Otras colaboraciones en SI TÚ LO DICES
17 comentarios:
Antonio Albertus te ha enviado un vínculo a un blog:
Querida Pilarín: Me he leído en tu magnífico trabajo. ¡Qué sensación saber que puedan leerme! Tus palabras, de amiga, emocionan y se agradecen. Ganas mutuas por charlar y compartir.¡Corazón del trigo -he dicho-! Besos mil. Hasta otros poemas.
Blog: La pistola de Larra
Entrada: SI TÚ LO DICES Colaboración poética de ANTONIO ALBERTUS
Vínculo: http://lapistoladelarra.blogspot.com/2008/02/si-t-lo-dices-colaboracin-potica-de.html
Tejemos a diario la siguiente punzada que, particularmente te digo, mejora ostensiblemente mi vida.En el pespunte de palabras en el aire, te mando un beso de los gordosgordos con tropezones de gracias. Y desde luego, corazón de trigo, las ganas siempre de verte.
Ración de besos diarios
Un placer leer poesía en este blog. Raciones de emoción, como dices, que sean diarias!!!!
¡Qué necesaria la poesía! Felicitaciones a Albertus.
Saludos
De vez en vez es necesario –también digo-
dejar que el tiempo muera;
despacio, casi como un desafío,
para que el olvido teja otra punzada,
-ajena al rencor insano
que envenena las venas y la sangre
Mi estrofa preferida... gracias por acercarnos estos versos Pilar (y gracias a tu amigo Alberto).
Besos.
raull :de los poemas que he leído de este último libro (¡¡antonio publica ya, pesao eres!!) alguno más, "He dicho" es mi preferido, y esa estrofa en especial, te lo prometo, me ha helado que coincidas. Creo que no es la primera vez¡bien!
...aunque...
no sé si puedo resistirme a un amor mío escrito, ¡corazón del trigo! cómo me gusta. En los poemas de Albertus pasión y naturaleza , y la fuerza levantina, van juntos. Palabras como cánticos. Guillén, Aleixandre, últimamente sé que Alberti, Marzal, Brines.
Que lo diga él si quiere (y se aclara con los comentarios, jajajjajaja...antoñito nuestro que estás en las nubes...)
MIl besicos a todos, y sí, se agradece, Pedro, pero muchomucho.Gracias
muy bueno, no se puede decir más
me ha gustado muchísimo, muchísimo. Y si es cierto que no publica..cómo puede ser eso?!
Me ha gustado ver poesía en tu casa Pilar!
Mil biquiños!
El poema que cierra el libro, si no dice lo contrario Anotnio, me tienta, así es que ahí va:
…La voz del trigo, la tinta
presurosa del último amor,
el sitio azul de la infancia,
una lágrima, un beso
robado a la despedida,
las llaves del corazón y las palabras,
las alas de la lluvia,
la interminable espera que proyecta la distancia
en un cine de verano a mediodía,
el sudor de la piel en el amor,
el sudor de la piel en la mentira,
la cabeza que apoya en un hombro
los secretos inconfesos,
la delicia de las manos en la caricia,
el exilio del pasado,
el negro mineral de una mirada muda,
las prisas del comienzo; las que no se aceptan,
las horas del encuentro,
las nubes y todas sus metáforas
y tres o cuatro cosas más, apenas,
para cerrar este poema.
Deblidad por la poesía, Aloia, es mi quiebre. Besos para ti, besos para Hoichi
Es un privilegio poder leer estos poemas aquí pues deduzco de tus palabras que ese libro cuyo título aún está en la cabeza de su autor, aún no ha visto la luz impresa. Desde luego lo merece y deseo que sea cuanto antes. Mi admiración para Antonio Albertus y agradecimiento a tí por darlo a conocer.
Las nubes y sus metáforas, me quedo con esa idea. En todos los poemas hay algo del lector. Gracias
G.
Antonio tiene el amor y la admiración de quienes le conocen.Es un hombre bueno y tan generoso .¿que va dejando versos de oxígeno en cualquier esquina.Tener un amigo así es un lujo.¡Cuántas se bebieron mi sangre con sus versos!
manuel.molino@terra.es
Pilar... y ahora me toca contestarte con versos de tu amigo Alberto:
Aunque dentro del tiempo, como de ti,
me enorgullezca la eternidad
de ser más yo contigo.
Me encanta coincidir con tus pensamientos.
Palabra viva, Isabel, recién sacada del horno, lujos que me da la vida y gozo de compartirlo con esa generosidad oxigenada de la que habla Monolo, bienvenido, compartimos amigos y palabras, eso es un todo de casi.
¿y si te dijera, querido raull :un alfabeto de raíces profundas
que atan mi lengua a tu lengua semilla. Belleza.
Mil besos a todos, mil gracias por vuestros comentarios.
Pues Pilar... me dices eso... y porque soy gay, que si no ya me tenías en Murcia.
Un besazo (y no es necesario contestar).
jajajjajja, buena esa, raull, jajajajaj, que no nos falte lo único
y cómo que no te contesteeee, si me gustan también los gayssss...jajajaj
¡Plas! ¡Plas! ¡Plas!
Gracias, Pilar, por compartir todo lo interesante que vas descubriendo.
¡¡AYYYYY!!! Maaaaaravilloso Antonio... cómo se quiere a Albertus...cómo lo recuerda todo el mundo... Y cómo recuerdo yo trabajar con él y verlo todos los días. Deliciosas "palomicas". Siempre leyéndote.
BEA.
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