martes, octubre 31, 2006

DON JUAN, EL DOBLE BLASFEMO


Hoy es 31 de Octubre y ésta será la noche de todos los muertos según el folclore y la tradición cristiana. Es noche de cementerios, de historias del más allá y de transgresión.

El mito de Don Juan se configura literariamente en el barroco español cuando publica Tirso de Molina "El burlador de Sevilla"(1.630). Sin embargo, tiene raíces medievales folclóricas relacionadas con el culto a los muertos (en los ritos gallegos, por ejemplo) y con las enseñanzas morales acerca de la soberbia humana ante lo sobrenatural y divino.

Alfonso X recoge en sus Cantigas el caso del soldado que en un cruce de caminos da una patada a una calavera y la desafía como símbolo de la poderosa muerte. ¿Dónde está tu poder? -parece preguntarle- si a tanto alcanzas, ven a mí y demuéstramelo. En algunos romances viejos, trasladados de boca en boca, se encuentran similares personajes y provocaciones. Es el don Juan blasfemo.

Pero a esta categoría, la de la blasfemia, se le une a partir del s. XII la de ser burlador de mujeres, consecuencia de la sacralización de la mujer que el cristianismo lleva a cabo con la devoción mariana. El Concilio de Trento posteriormente asentará definitivamente estos valores frente a la amenaza del protestantismo. María virgen, María pura, María madre de lo divino.

Don Juan así se convierte en doble blasfemo, contra lo divino -la muerte y el castigo- y contra la mujer sacralizada que pasa a ser primer objetivo de sus transgresiones: seducirlas, conquistarlas y abandonarlas será un mismo tiempo. Don Juan no ama, Don Juan subvierte porque su falta de alma se materializa en los instintos inmediatos, y el principal el sexual. Quien empieza desafiando a la muerte lleva aparejado el desprecio por el ordenamiento social, la familia y la mujer como representante. Denigrarla es parte del desafío a todo orden y así se define ante Luis Mejías en el "Don Juan Tenorio" de Zorrilla:

Por donde quiera que fui
la razón atropellé
la virtud escarnecí,
a la justicia burlé,
y a las mujeres vendí.
Yo a las cabañas bajé,
yo a los palacios subí,
yo los claustros escalé
y en todas partes dejé
memoria amarga de mí.
Ni reconocí sagrado,
ni hubo ocasión ni lugar
por mi audacia respetado;
ni en distinguir me he parado
al clérigo del seglar.
A quien quise provoqué,
con quien quise me batí,
y nunca consideré
que pudo matarme a mía
aquel a quien yo maté.


Don Juan, además, es poseedor de rasgos satánicos: el vuelo -en Zorrilla se tira por la ventana hasta la barca que le cruzará el Guadalquivir-, la ubicuidad -en la misma noche y casi simultáneamente seduce y "deshonra" a Doña Ana y Doña Inés-, la provocación de fuegos y humos sobrenaturales -incendio del convento-, o la supervivencia a toda clase de peligros.

Este satanismo, procedente de la fuerza de la blasfemia y la soberbia, lo aproxima al mito de Fausto, arrendador de su alma al diablo. Don Juan se alía con la mentira, la fanfarronería, el engaño o el asesinato ajeno a cualquier remordimiento, duda o dolor. Baudelaire lo concibió como huésped de los infiernos ("Don Juan aux enfers") porque no es exactamente un ser humano, sino la misma encarnación del mal y de ahí que la mitología cristiana lo haga suyo para ejemplificar acerca de la redención.

Solo el amor salva a Don Juan, así lo interpreta Zorrilla en su particular y divertida versión romántica. Y es ésta, el "Don Juan Tenorio" de José Zorrilla, la que año tras año se representa en los teatros españoles la noche de los Santos o noche de los Muertos. También ha sido tradición entre las pandillas adolescentes antes de que se colara a través del flujo anglosajón la céltica del Hallowen, entrar en los cementerios secretamente, contar allí historias de miedo y esperar oír el rumor de las palabras de los muertos.

9 comentarios:

Anónimo dijo...

¡Don Juan vs halloween?
mmmmmmmmmmmmm
¡Me quedo con Don Juan!!!!!

Tomás Ortiz dijo...

En mi ciudad se hace un Don Juan Itinerante, en plan festivo, y por eso quizás siempre he identificado a Don Juan con la alegría, la fiesta, el buen vivir... Creo que en el fondo también siempre ha estado la idea del vicio, del pecado... No sé si los organizadores son conscientes, pero lo que han conseguido es que los jóvenes de esa ciudad seamos tremendamente viciosos y pecadores... Saluditos apretados

andrés dijo...

Nunca me cayó bien Don Juan. Quizá por ser demasiado hispánico, aunque eso es no decir nada, o si. Un personaje pícaro y canallesco (en la peor de las tradiciones de la españa oscura), en realidad avejentado de forma que trata cual vampiro de sorber la juventud de jovencitas, sin ser la sangre el flujo ansiado. Un bicho patético, en suma. Me quedo con Halloween y el extraño mundo de Jack.
besos

Pilar M Clares dijo...

Qué interesante lo que dices, Chocoadicta. Busco en mi raquítico diccionario de inglés la palabra y no viene --es que es malo-- y la wikipedia tampoco, y en Google, páginas restringidas... qué miedo.

Pero parece, corrígeme si me equivoco, que Sahmain es algo así como reunión de brujas y que está relacionado con la religión llamada Wicca, neopagana, que viene a recuperar antiguas tradiciones paganas de europeas existentes antes de la llegada e imposición del cristianismo. Por lo visto está basada en las tradiciones esotéricas y mágicas. Dos asuntos fantásticos: ¡ no creen en Satán! ¡Tienen dos dioses, uno masculino y otro femenino! Me viene al pelo.

Y un poco más: saleron a la luz pública en 1954, una vez que fueron abolidas las últimas leyes que perseguían la brujería en el Reino Unido. Algo así como una religión matriarcal en épocas prehistóricas y que, de algún modo, había sido preservada en secreto hasta nuestros días en algunos círculos secretos de brujas.

Y :
Se inspira en la mitología del mundo antiguocelta, sumerio, egipcio, romano, griego, etc. y a nivel ceremonial en las prácticas de la magia ritual y natural. NO negra, que la tienen prohibida. Qué formales.

Gracias, compañera blogosférica y como nos descuidemos de religión.

Anónimo dijo...

Una historia de terror: las elecciones norteamericanas. Las de los catalanes, una nimiedad, no cambiará nada.Saludos a los vivos y a los muertos

Anónimo dijo...

Vale, no me gusta ser anglosajonizada, pero, vamos, que Don Juan tiene bemoles.

Besos bacanalescos.

Pilar M Clares dijo...

jajajaj, sí que los tiene, Ella, vaya que si los tiene, me da risa él y lo que me dices. Besazos.

Pedro, eso sí que da miedo uuuhhhh.

Rafael dijo...

¿Sabes lo que hacen los chavales del pueblo de mis padres la noche del 31? Hacen gachas y luego van tapando las cerraduras de las casas con ellas. Por lo visto es una tradición muy antigua (para que los muertos no puedan entrar esa noche) aunque en los últimoa años ha derivado en cierto vandalismo...
Por cierto, recuerdo cuando era pequeño que siempre emitían en TV una representación de Don Juan. Ahora esto parece Seattle :P
Besos

Pilar M Clares dijo...

Curioso. Otra tradición en muchos lugares es poner un cubierto de más en la cena, una invitación a la muerte -como don Juan en la macabra cena-. Gracias Rafael. Yo también agradecería un Tenorio, como de pequeños. Besos