
Hay blogs que saltan a la vista por el tamaño de su letra, y no me refiero a un dígito. Visitar y leer
EL DETECTIVE AMAESTRADO ha sido desde
junio de 2006 a
noviembre de 2007 un encuentro literario emocionante con el escritor y su
alter detective. Un blog mantenido con la palabra y la crítica literaria, con los paseos por las librerías las mañanas de los sábados o las confluencias del creador que a veces no tiene más remedio que recordarse que sí, que el detective es él, el personaje.
Samuel Rodríguez es profesor en un colegio de Maspalomas, al sur de Gran Canaria. Durante quince meses ha publicado en su blog el diario íntimo de un lector cargado de poesía e intimismo. Los apuntes sobre
lecturas, viajes,
días,
amores frustrados,
familia,
tristezas, desvelaron que la metáfora del personaje era la realidad del escritor.
Un plan literario sin más plan que el apunte diario de la experiencia.
Leer sus post, releerlos ahora de forma continua, confirma que narrativamente el blog quedó cerrado por decisión literaria del autor. Y que ha dejado ganas de más.
La pistola de Larra dice:
Leyendo sus textos queda la sensación de una cierta sombra sobre el tema de la pareja y de la mujer en particular.
Samuel Rodríguez dice:
Sí, es cierto, es una constante, yo los he vuelto a leer, los imprimí y los encuaderné para un regalo y, ahora, con cierta distancia, he recapacitado sobre el auténtico sentido de lo que escribía.
LPL dice:
El blog comienza en un tono muy literario, la crítica literaria como pretexto, ¿su vida es literaria?
S R dice:
Se intercala ficción con realidad, no hay ficción sin base real, ni realidad que no sea ficcionable. Partía del supuesto de, a partir de un mundo creado literariamente hablando, traspasar esa irrealidad de la literatura a mi realidad. El mundo de lo que siento y no me atrevo, no puedo, o no quiero decir en voz alta.
LPL dice:
¿Configura un mundo cuando comienza a escribir, hay un plan previo?
S R dice:
Ya el hecho simple de meter palabras para contar algo que te ronda la cabeza es crear un mundo.
LPL dice:
¿Qué le parece que caracteriza más al formato blog, que permite comunicación de lo propio, de lo íntimo, o que precisamente aleja por ser virtual?
S R dice:
Yo es que tampoco veo tanta diferencia, conozco sólo un hecho claro: la necesidad de escribir. En mi caso, el haberlo hecho en un formato blog tampoco ha influido decisivamente, de hecho, me ha influido poco el número de lectores, los comentarios, todo eso. Casi no he aprovechado las otras posibilidades del blog, no hay fotos en mis post, solo he puesto dos hipervínculos. Me parece que si lo hubiera escrito en un cuaderno y lo hubiera ido guardando en un cajón, habría salido algo bastante similar.
LPL dice:
Y como blog fue un éxito, tuvo muchos lectores.
S R dice:
Cuando lo empecé no creí que iba a seguir, pero poco a poco fue tomando forma; me daba miedo que dejara atrás mi moleskine por escribir en la red. Pero no. Lo que más me sorprendió fue el salto que dio con los lectores, pensar que lo que tenía en la cabeza y que me parecía y me sigue pareciendo tan íntimo podía llegar a tanta gente y, sobre todo, gente que no tenía demasiada vocación de ser lectora, tampoco eran eruditos literarios, pero a la que les gustaba que les hablara de libros.
S R dice:
Es que ese post es cierto, tengo tres o cuatro diccionarios importantes a mi lado y, junto con los atlas, son los libros que más me gustaba leer desde siempre y más que leer, hojear sin orden ni concierto. Me parece que destripar una palabra, y ver todo lo que lleva dentro es una experiencia magnifica y me abruma que la filología tenga, para los demás, tanto de aburrido cuando a mí me parece un campo de exploraciones impresionante.
LPL dice:
La palabra le lleva al pensamiento
S R dice:
Exactamente, pensamiento y palabra van unidos de manera indisoluble, no pueden existir la una sin el otro, por eso me meto mucho con mis alumnos cuando me dicen sé lo que es, pero no lo sé explicar ¡eso es imposible!
Las palabras, por otra parte, van cargadas con una cierta cantidad de pólvora, hay que llevar cuidado con las que se eligen.
LPL dice:
¿Tiene un post preferido?
S R dice:
A mí me gusta mucho de mis post Mil mails, que está dedicado a alguien que se me murió y a quien yo quise mucho, mi cuñado Berna, el marido de mi hermana, que se fue con 30 años y Contrarrevolucionario, si dios quiere será publicado en una revista mexicana a fin de este mes, o al menos eso creo.
LPL dice:
¿En el detective amaestrado hay decepción?
S R dice:
A raudales y posiblemente por haber poetizado en exceso la existencia. Ese mismo argumento también, si se le da la vuelta, me permite ser muy feliz en otros momentos.
LPL dice:
¿Se puede comprende la existencia?
S R dice
Quizás yo tenga algo de no haber entendido del todo las reglas del juego, algo de desamparo vital, ese quedarse en medio de la carretera y no saber exactamente hacia donde tirar.
LPL dice:
¿Quién pone las reglas del juego en su vida?
S R dice:
No creo ni que existan, esto se parece más bien a Rebelión en la Granja de Orwell, donde las consignas cambiaban de la noche a la mañana.
LPL dice:
Pero, detective, decir que no se entienden las reglas del juego conlleva tener las propias.
S R dice:
O suponer que las tenemos, en ocasiones basta con creerlo. De todas formas, no hay que inferir que todo el detective soy yo, el detective es la creación de un personaje, detective amaestrado, en contraposición a los detectives salvajes de Bolaño, yo jugué con ese sentido, y con sus tipos desubicados.